Cierra ya tus puertas.

Protégete.

No dejes
dulce corazón,
que otra vez
sus lanzas
desangren tu fe.

Lágrimas de sangre,
en la tumba del olvido.
Rosas que se marchitan,
eran una ofrenda a la esperanza.


Dulce corazón,
cierra ya tus puertas,
cúbrete con tu frio manto de metal.

Disfruta, siente y llora.

Vive!

Pero ya no dejes
que te vuelvan a asesinar.

Corazón de metal,
cierra ya tus frias puertas.

Guarda en tu recuerdo
el calor de aquel beso,
la alegria de ese abrazo
antes de que toda esa esfera
se derrunbe ante la llegada

de la cruda y cruel realidad .

Dulce corazón de metal,

aferrate a la vida,

defiendete, lucha...

Que no digan de ti,

dulce corazón

que caistes sin luchar.

No endurezcas mas tu alma

basta ya de culpar

a este maldito mundo.

No es el,

en tu vida quien influye eres TU

Este texto es una canción que

pertenece a uno de mis relatos.